Señor, ¡qué bueno es amarte! 
											
Oh, ¡qué bueno es serte fiel!
¡Qué bueno es en todo tiempo 
											
una alabanza tener!
											Quiero 
							alabarte, adorarte 
en espíritu y verdad
y así poder compartir 
											
tu amor con la humanidad.
											Es 
							necesario entregarse 
sin reservas, mi Señor
para poder conocer 
											
ese verdadero Amor.
											Aquel 
							que Tú nos mostraste 
en aquella cruenta cruz
manifestándolo al mundo 
											
en tu Hijo amado: JESUS.
											Perfeccióname, Dios mío; 
											
perfeccióname en tu amor
para guardar siempre puro
y santo mi corazón.
											Ese amor 
							que es sufrido, 
que en vez de recibir, da;
no se goza en la injusticia,
mas se goza en la verdad.
											Aquel 
							que no tiene envidia, 
no sabe de vanidad,
todo lo cree y soporta, 
											
que es y siempre será.
											Es el 
							camino excelente,
también es la Ley real,
es mayor que la esperanza 
											
y que la fe: la Caridad.
											Ese es 
							el amor, Dios mío, 
que quiero manifestar
a este mundo que se pierde 
											
porque no sabe amar.
											Llena de 
							amor a tu pueblo; 
se establezca la unidad;
para que entonces podamos 
al mundo testificar
que el REY de Reyes hoy reina 
											
y por siempe reinará.